Los precios de la leche varían mucho en función del Estado miembro, pero en términos generales podemos decir que los mayores descensos se han producido en los países bálticos muy golpeados por el embargo ruso y en los que el litro de leche cruda se mueve en el entorno de los 20 céntimos por litro. Por el contrario, Italia parece mostrar la mayor fortaleza con precios superiores a los 33 céntimos por litro.

En cuanto al resto de los grandes países productores: Alemania, Francia, Reino Unido o Países Bajos los precios al igual que en España oscilan entre los 28 y los 30 céntimos por litro.

Con respecto a la producción y su evolución, se prevé un nuevo aumento de la producción este año en el conjunto de la UE, si bien este incremento será inferior al de 2015.

En este sentido el grupo volvió a mostrar su división en cuanto a los mecanismos de regulación de mercados aprobados en el Consejo de agricultura de marzo, en particular en referencia al uso del artículo 222 de la OCM. Países como Irlanda, Reino Unido o Alemania no están por reducir su producción de leche por lo que otros EEMM parece que tampoco aplicarán esta medida por temor a perder cuota de mercado.

Ante esta situación en la que se avanza hacia un modelo de "competición europea" y de lucha de mercados, algunas delegaciones como la italiana y española siguen manteniendo su propuesta de avanzar en un etiquetado de origen obligatorio por país, medida a la que algunos EEMM como Alemania se oponen frontalmente.

Una solución de compromiso apuntada podría ser la de utilizar un modelo similar al del aceite de oliva: (leche procedente de la UE) y la voluntariedad del EM. Sin embrago, esta medida es absolutamente insuficiente.