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Etiquetas: Córdoba, aceituna, olivar, aceituna de mesa, regadío, secano, sostenibilidad
UPA - 31/08/2018
Lleva toda una vida entre olivares. Como la mayoría de los productores en Córdoba, este pequeño agricultor de Carcabuey empezó con unas tierras heredadas de sus padres que fue ampliando hasta alcanzar las 15 hectáreas. Comercializa sus aceitunas en la cooperativa Almazaras de la Subbética, en la Denominación de Origen Priego de Córdoba. Rafael defiende con firmeza el olivar tradicional como el más sostenible y el que da un producto de mayor calidad y se muestra duro con la última decisión del Gobierno de Trump de imponer aranceles a la aceituna española. Rafael es afiliado a UPA desde hace más de 30 años.
En mi zona tenemos un olivar centenario, con una orografía muy compleja donde la mecanización no es fácil. Por ello necesitamos mucha mano de obra. Nuestra apuesta por la calidad es firme y nos ha hecho ser un referente en todo el mundo. Hemos pasado dos o tres años buenos en precio, aunque nuestros temores son obtener grandes cosechas y que un precio del aceite alto haga que baje el consumo. Ahora, las nuevas plantaciones que hay en las zonas de campiña, como el olivar en seto y superintensivo, significan una competencia muy fuerte para nosotros.
En mi explotación, la PAC apenas supone el 10% de mis ingresos, por lo que es solo una ayuda que te sirve para sufragar algunos de los gastos. En todo caso es imprescindible para seguir adelante. Creo que la PAC debería tratar mejor a nuestro sector y así lo defendimos hace dos años, cuando acudimos a manifestarnos a Madrid para pedir un trato más justo y mayores ayudas para nuestro sector.
El olivar de montaña genera mucha mano de obra, fija población en el territorio y es más sostenible, por lo que debe tener, por justicia, una ayuda mayor.
Los olivareros somos un patrimonio a proteger, así se lo transmitimos continuamente a las Administraciones regional y central, para que a su vez lo trasladen en Europa. Espero que la futura PAC tenga en cuenta todo lo que aporta el olivar tradicional y nos tenga más en cuenta.
Aquí no tenemos apenas regadío, ya que nos ubicamos en un parque natural y además estamos en zona de cabecera de cuenca. Nuestro terreno es muy rico en agua, pero no obtenemos permisos para regar nuestro olivar, lo que nos permitiría obtener una mayor producción.
Lo de Estados Unidos no tiene nombre. La Unión Europea debe poner pie en pared porque medidas como los aranceles impuestos a nuestra aceituna de mesa están afectando ya gravemente a nuestro sector. Nosotros vendíamos toda nuestra aceituna a Estados Unidos. La empresa a la que se la vendíamos, una de las más afectadas por los aranceles, ya ha cancelado el contrato con nosotros. Sin embargo, ahora vemos que a empresas de Portugal, Italia y Grecia no se les han impuesto aranceles, por lo que probablemente ocupen el hueco que nosotros dejamos.
Creo que la Unión Europea debe enfrentarse con firmeza al Gobierno de Trump, imponiendo aranceles a sus productos y frenando esta guerra comercial que podría afectarnos a otros productos españoles que también exportamos.
Existe cierto peligro, en ese caso podría dedicarse parte de la aceituna de mesa a aceituna para aceite. También las interprofesionales deben trabajar para abrir nuevos mercados.
Nosotros hemos hecho una apuesta muy clara por la sostenibilidad. Hacemos un uso muy restringido de productos fitosanitarios. Dejamos cada vez más la cubierta vegetal entre nuestros olivos y cada vez más hectáreas se están dedicando a la producción ecológica, que tiene buena salida en el mercado. El olivar tradicional es el más sostenible.
En mi comarca hay gente joven que se está incorporando a la agricultura con ilusión, a pesar de las dificultades. Aquí vivimos muy pegados al campo y sí se está produciendo un relevo generacional, aunque muy poco a poco. En todo caso es imprescindible que haya suficientes servicios para que los habitantes del mundo rural vivamos en igualdad con los de las ciudades. En mi zona estamos bien en ese aspecto. Tenemos colegios, institutos, centros de mayores, un hospital comarcal… Unas buenas infraestructuras son fundamentales para que se mantenga la vida en el medio rural.
Aunque es cierto que la baja natalidad sí está provocando un poco de despoblamiento y de envejecimiento de nuestros pueblos, no de forma tan acusada como en otras zonas de España.
Siempre he sentido que estoy en el sindicato en el que me corresponde estar. UPA defiende las explotaciones familiares, como la mía. Además, me ayuda a estar informado de todas las novedades que van surgiendo y me asesora en muchos aspectos de mi explotación. Para mí ha sido muy positivo pertenecer a UPA durante más de 30 años.
Entrevista publicada originalmente en el número 269 de La Tierra del agricultor y ganadero.
Etiquetas: Córdoba, aceituna, olivar, aceituna de mesa, regadío, secano, sostenibilidad