ver menu

La Tierra Jaén - 49


Como a cualquier enfermo, cuando le dan una buena noticia dentro del mal generalizado, es para celebrarlo. Y así debemos tomarnos la suspensión temporal de los aranceles que Estados Unidos mantenía impuestos al aceite de oliva envasado, entre otros muchos productos. Unos aranceles injustos que el sector olivarero se comió como daño colateral por las ayudas a las aeronáuticas y que han hecho pupa. No tanto, eso sí, como ha hecho la especulación en la zona de flotación de los precios en origen. Algo que venimos sufriendo mucho antes que el problema de los aranceles. Pero, volviendo al tema de los aranceles, aunque sea una suspensión por cuatro meses, ésto va a permitir que el aceite de oliva envasado jiennense vuelva a los supermercados y a las cocinas norteamericanas y pueda recuperar parte de lo perdido.
Eso es una buena noticia. Pero el sector olivarero continúa con signos vitales que dan una de cal y otra de arena. Por ejemplo, la PAC, en la que el Ministerio se ha complicado con un decreto de periodo transitorio de las ayudas en el que incluye una convergencia que no convence a nadie, ni siquiera a los mismos técnicos ministeriales que la han elaborado. Desde UPA le hemos demostrado que un reparto más justo y más social es posible. Le hemos puesto encima de la mesa cifras para que haga una convergencia real que permita equilibrar la situación de las ayudas, poniendo techo por arriba y mejorando la situación de los de abajo. Y, sin embargo, la capacidad del Ministerio de hacer un reparto más equitativo, más progresista, se ve empañada por quienes prefieren mantener el status quo forzando las máquinas y lanzando un nuevo órdago a un sector que vuelve a anunciar que, pandemia de por medio, sacará otra vez los tractores a las carreteras.
Una muestra más, la que hace ahora el Ministerio con la convergencia, del olvido sistemático de la principal productora de aceite de oliva del mundo, a la que llegan migajas pero sin entrar en profundidad, a la que dan una pequeña esperanza con la Ley de la Cadena Alimentaria o la autorregulación, pero que dejan al albur de los vientos el futuro del olivar tradicional, a la que los políticos se llenan la boca de defensa y de apuesta, mientras que la agricultura familiar, la que da vida a nuestros pueblos, la que sustenta la economía del medio rural, la ningunean sin pudor.
En cuanto a la Consejería de Agricultura, sería bueno que dijera también, alto y claro, si quiere mantener el status quo de los grandes perceptores de las ayudas europeas, tanto que critica, según las palabras de la consejera, la aplicación de la convergencia en los términos del Real Decreto para el periodo transitorio. Y sería bueno recordar que desde 2014 estamos arrastrando un recorte de las ayudas que nos ha perjudicado notablemente a los pequeños y medianos agricultores, aplicado cuando ella ostentaba el cargo de subdelegada del Gobierno central en Andalucía. También sería bueno que defendiera ya unos techos de ayudas y un reparto más equitativo, más social y más justo, y que demuestre con hechos su defensa real de la gran masa social que sustenta el campo andaluz y jiennense.

Índice

  • ACUERDO CON LIDL: Hito y punto de inflexión en las relaciones entre productores y la gran distribución.
  • POLÍTICA AGRARIA COMÚN: Convergencia dirigida, progresista y social en favor de la Agricultura Familiar.
  • ASESORAMIENTO: Nuevo servicio GRATUITO para asesorar a las explotaciones agrarias.
  • PROYECTO OLIVRES: Buenas prácticas en el uso de productos fitosanitarios en olivar.
  • MUJERES RURALES: ADEMUR Jaén exige medidas valientes para equiparar el salario de las mujeres.

Buscar publicaciones

buscar
mostrar todas